Mi abuelo me contaba que, cuando estallaba alguna batalla, al no poder repeler el ataque, debía guarecerse donde buenamente podía, rezar y, sobretodo, proteger (con su vida) la pequeña máquina de escribir ya que, en caso de perderla o dañarla, hubiese sido fusilado.
Estuvo de soldado durante toda la Guerra Civil (desde los 21 hasta los 24 años)… y estuvo en la larga y sangrienta Batalla del Ebro: cruda contienda donde hubo muchas bajas, entre ellas de cargos militares… pero, como se suele decir: “a rey muerto rey puesto” y, sin otro motivo, primero lo ascendieron a cabo y después a sargento. Ya entrada la democracia en España, le acabaron reconociendo, públicamente, estos “meritos de guerra”.
Perdió la guerra y fue apresado por las tropas franquistas, lo tuvieron en un campo de concentración donde, por fortuna, salvó la vida. Luego, lo desplazaron a Euskadi y al sur de Francia hasta que terminó la guerra.
Cuando regresó a su Tortosa natal, se encontró con una ciudad arrasada por las bombas… tardaron muchos años en reconstruirla, tardaron toda una vida en curar las heridas.
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Puente de la Cinta caído sobre el río Ebro (1939) en una Tortosa destrozada por las bombas. Fuente |
Pues bien, releyendo la entrevista, me doy cuenta que hoy: más de 23 años después, seguramente, a mi abuelo le hubiese preguntado más cosas de aquel triste pasaje de su vida… Pero, lo cierto es que, las preguntas que hice durante la interviú, habían sido “sugeridas” por la profesora para que las hiciéramos (a nuestra manera) a los entrevistados.
Pero bueno, a pesar de ese conductivismo pedagógico, aquella charla con mi yayo me impactó muchísimo… ¡sus palabras me hicieron madurar de golpe! Me impactó conocer, de la voz de un testigo, las barbaries de una guerra tan próxima… Quedé tan tocado que, después de aquel diálogo, decidí nunca ser militar.
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Arcadi Oliveres i Boadella |
Poco después, al cumplir la mayoría de edad, fui llamado a filas para realizar el Servicio Militar Obligatorio. Asesorado por los consejos del gran amigo de mi padre y activista de Justicia y Paz, Arcadi Oliveres, fui prorrogando por estudios mi incorporación a la “mili”... cuando acabé la carrera, me declaré objetor de conciencia por motivos morales. El ministerio de defensa aceptó mi petición, teniendo que realizar, a cambio (y con mucho gusto), la prestación social sustitutoria. La PSS me tocó hacerla en un casal de jubilados, cuidando de los ancianos más achacosos (viejecitos que también habían pasado aquella guerra…).
Por eso, aquella charla con mi yayo Paco, no sólo fue material para un trabajo de instituto… aquellas palabras fueron para mí una clase magistral a mi moral y educación antibelicista.
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Con mis yayos Paco y Lucía en Barcelona (1987) |
A continuación os dejó con la redacción (integra) de aquel trabajo que cambió mi vida... Las imágenes que veréis han sido añadidas, actualmente, para reforzar los contenidos del texto:
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EXPERIENCIAS DE LA GUERRA CIVIL
Humbert Sanz i Vaqué
3º B.U.P. – A – núm.33
Escola Casp
Mayo, 1990
Índice
1.- PRESENTACIÓN
2.- TRANSCRIPCIÓN DE LA CINTA REGISTRADA
2.1.- Hechos políticos y religiosos
2.2.- Economía
2.3.- Vida cotidiana
2.4.- Vida al frente
3.- BREVE BIOGRAFÍA DEL PROTAGONISTA
4.- REFLEXIÓN
4.1.- Valoración de la actitud del protagonista durante le entrevista
4.2.- Valoración de la actitud del entrevistador
4.3.- Valoración personal del período
4.4.- Valoración del trabajo
5.- BIBLIOGRAFÍA
1.- Presentación
Estimados lectores, tenemos ante nosotros, el testimonio de las vivencias de una persona que, durante el período comprendido entre 1936 y 1939, sufrió las consecuencias del hecho más nefasto ocurrido este siglo en España: la Guerra Civil.
Mi yayo Paco (Francisco Vaqué) nos explicará qué pasó durante aquella guerra y como la vivió él... nos explicará como luchó, como sufrió, como la perdió...
No es nada gratificante remover unos terribles hechos ocurridos hace más de cincuenta años, sin embargo, creo que es muy ejemplificador (para que no se vuelva a repetir nunca más) conocer como todo un país se enfrentó violentamente y acabó perdiendo sus libertades.
La entrevista con mi abuelo la mantuvimos a principios de este año. Con su consentimiento, la registré íntegramente en una cinta de cassette. Veréis que las diferentes preguntas se han dividido en cuatro partes: hechos políticos, economía, vida cotidiana y vida al frente.
Os dejo con la transcripción completa de la interviú:
2.- Transcripción de la cinta registrada.
2.1.- Hechos políticos y religiosos.
- Buenos días yayo.
- Buenos días Humbert.
- Bien, si te parece, comencemos: La Batalla de la Ebro marca un hito en el desarrollo de la Guerra Civil, ¿por qué?
- Porque la Batalla del Ebro fue la más dura y con más fuerzas de ejército por los dos lados. Decidió, casi, la guerra.
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Tropas cruzando a pié el río Ebro en Miravet, durante la Batalla del Ebro. Fuente |
- Tú estuviste en ella, ¿no?
- Sí, estuve por la zona de Gandesa.
- ¿Quien dio apoyo a Franco desde el exterior?
- Los alemanes, los italianos y los musulmanes del protectorado español.
- ¿Y quien dio apoyo a la República?
- Rusia y, al principio, el Reino Unido y Francia.
- ¿Importancia de la Falange durante la guerra?
- Fue muy importante para el bando franquista...
- ¿Todos los sacerdotes eran franquistas?
- No. Porque la política es una cuestión muy personal... habían que pensaban una cosa y habían que pensaban otra.
- Sin embargo, la mayoría acabo siéndolo, ¿por qué?
- La mayoría acabaron siéndolo, porque (algunas personas) del bando republicano los mataban solo por ser religiosos.
2.2.- Economía.
- ¿Había mercado negro durante la guerra?
- Sí.
- ¿Por qué crees que había?
- Hombre, todo se hacía de “estraperlo”...
- Algunos ayuntamientos emitían dinero propio por falta de dinero estatal. ¿Sabes de algún caso?
- Sí, algún pueblo lo hizo. Me pienso que en Tortosa también emitieron… a pesar de que no lo puedo asegurar, porque fui soldado y no estaba en mi ciudad.
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Billete de 50 céntimos de peseta, emitido por el ayuntamiento de Tortosa en 1937 |
- Si no había dinero, supongo que se extendió el intercambio de productos (el llamado “trueque”).
- Por falta de dinero no. Lo que pasaba es que estos no tenían ningún valor, me explico: podías dar 10.000 pesetas, por ejemplo, por una col y nadie te la vendía. Si la querías, debías ofrecer otro producto como: huevos, arroz, aceite...
- ¿Durante la guerra había lo que podríamos considerar una producción industrial normal?
- Bien, había fábricas, pero de armamento. En Tortosa mismo había una que después trasladaron a Vic. Todos los recursos se dedicaron prioritariamente a la guerra y, el resto, mira... iba haciendo.
- ¿En que estado estaba la agricultura, la ganadería, la pesca?
- Puedes hacerte una idea… ¿Quien quedaba para trabajar?, ¿para qué hacerlo? La gente tenía miedo de los bombardeos. Seguramente debía haber algo... pero, muy poco.
- Durante la guerra, ¿la gente pasaba hambre?, ¿por qué?
- Sí. Porque no había casi nada para comer. Alguna vez, incluso, los civiles venían a comer de los soldados.
- ¿Los productos de consumo, eran fáciles de lograr?
- No. No había casi nada… Si alguien tenía algo lo guardaba, porque, como he dicho antes, aquello tenía más valor que el dinero.
2.3.- Vida cotidiana.
- ¿En caso de bombardeo, que hacía la población civil?
- Iba a los refugios: metro, sótanos e, incluso, trincheras hechas expresamente.
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Madre mirando al cielo recelosa, viendo como pasan los bombarderos en Euskadi. Fuente |
- La población civil que no estaba a primera línea: gente mayor, niños, mujeres... ¿huyeron de las ciudades?
- Sí. Pero no por propio gusto, sino por urgencia. Por ejemplo, muchos de Tortosa huyeron a Girona, que estaba más lejos del frente.
- El número de nacimientos, supongo que disminuyó, teniendo en cuenta que casi no hubo matrimonios durante la guerra, ¿no es así?
- Yo pienso que los años 1938 y 39 fueron los que menos nacimientos hubo del siglo. Los hombres iban a la guerra y los que quedaban eran demasiado mayores o demasiado jóvenes. Aunque no lo puedo afirmar, porque desconozco las estadísticas, creo que tampoco hubo demasiados matrimonios.
- ¿Murió mucha gente civil?
- Sí, murió mucha gente... La única justificación para matar, para muchos, era simplemente que no tenían las mismas ideas.
- A parte de matar sólo por tener ideas diferentes, ¿piensas que también pudo haber factores de tipo más personal?
- Los factores personales tenían tanta importancia como los políticos. Cualquier motivo que hubiese era suficiente. Por ejemplo, este me debe dinero, ahora que tengo más fuerza… ¡lo mato!
- ¿A los lugares conquistados por Franco, hubieron muchas represalias?
- Mira Humbert… represalias, en las guerras, siempre hay. Tanto si eres de uno o del otro bando.
- Cambiando de tema. ¿Los espectáculos públicos siguieron igual, o quizás cogieron un cariz más político durante la guerra?
- No lo sé. Pero supongo que había mucha política. Yo de la guerra no recuerdo cines, bares, ni diarios... solo armas y tiros.
2.4.- Vida a la frente.
- ¿Y tú como pasaste la guerra?
- Mira, hijo, nada más hay que decirlo: ¡guerra!
- ¿Pasaste hambre?
- No, yo no. Nadie en el ejército pasaba hambre.
- ¿Quien hacía la comida para los soldados?
- Lo hacían los cocineros de la tropa.
- ¿Podías dormir bien generalmente?
- De eso tampoco me puedo quejar... dormía suficiente.
- ¿A parte de Gandesa (que nos has dicho anteriormente), por donde te moviste?
- Por muchos lugares, estuve por Mollerussa y Gandesa... estuve en la Batalla del Ebro.
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Infantería republicana al ataque, una vez vadeado el Ebro con éxito. Fuente |
- ¿Estuviste más por el campo o por las ciudades?
- Yo no pisé, prácticamente, ninguna ciudad durante la guerra.
- Así pues, ¿tuviste poca relación con la población civil?
- No mucho.
- ¿Y quien defendía los pueblos en caso de ataque enemigo?
- Siempre había una parte del ejército destinada, pero reducida en los casos que conozco.
- Para terminar le entrevista y considerando que, actualmente, se te ha reconocido el grado militar de sargento republicano por méritos de guerra, ¿nos podrías explicar como ha sucedido?
- Bien, tú lo has dicho: por “méritos de guerra”... Durante el año 1938, hubo una cruda batalla con muchas muertes y muchas bajas de cargos militares. Los que quedábamos de a pie nos iban ascendiendo (sin más motivo que este): primero fui cabo y, después, sargento.
-Muchas gracias abuelo por tu sincero testigo.
-Muchas gracias a tú, Humbert, por escucharme.
3.- Breve biografía del protagonista
Francisco Vaqué es mi abuelo materno. Tiene 75 años, está jubilado y es de religión católica.
Nació en Tortosa el 1915. Ya, a los 13 años, comenzó a trabajar como botones. A los 15 años ingresó en el Banco de Tortosa (que más adelante pasó a llamarse Banco Central) donde trabajó hasta la jubilación, excepto el tiempo que estuvo en la guerra…
El año 1936, con 21 años, fue llamado para ingresar al ejército republicano. Durante la Guerra Civil fue nombrado cabo y, posteriormente sargento.
Terminada la contienda, se casó con su primera esposa: Maria Cinta. Desgraciadamente ella murió poco después durante el parto de su primer hijo que también falleció durante el alumbramiento.
En el año 1944 conoció a mi yaya Lucía, viuda de guerra, y se casó con ella ese mismo año. De este segundo matrimonio tuvieron dos hijos: Lucía, mi madre, y Francesc.
Al cumplir los 50 años le descubrieron un glaucoma, a consecuencia del cual quedó ciego de un ojo.
En el año 1972, se vino a vivir a Barcelona.
El año pasado, fue víctima de una embolia cerebral que le ha afectado la parte derecha del cuerpo y que, con gran fuerza de voluntad, poco a poco, ha ido venciendo.
4.- Reflexión
4.1.- Valoración de la actitud del protagonista durante le entrevista
Bien, creo que mi abuelo, durante la entrevista, ha tenido una actitud diferenciada ante las preguntas. Las podemos dividir en dos grupos: las preguntas más embarazosas (aquellas que, durante la dictadura, no hubiese ni tan solo podido mencionar) las ha rehuido respondiéndolas muy dignamente. Las cuestiones más banales, las ha contestado de forma más relajada. En general me ha sorprendido mucho la charla abuelo-nieto que hemos mantenido, hasta hoy nunca habíamos tenido una conversación tan profunda y delicada.
Durante la entrevista no ha mostrado contradicciones en sus razonamientos ni se ha mostrado partidista.
Sus problemas de expresión durante le entrevista y la poca extensión de sus respuestas, también es, en parte, a su dificultad comunicativa debida a la reciente embolia antes mencionada.
4.2.- Valoración de la actitud del entrevistador
El hecho de entrevistar a una persona mayor que ha vivido la terrible experiencia de una guerra y, que además, esta persona sea tu propio abuelo, es un trabajo dificultoso, porque nunca sabes si lo que le preguntarás afectará a su sensibilidad o le llevará recuerdos demasiado dolorosos.
Por ello, antes de registrar la entrevista, le leí con calma y delicadeza todas las preguntas que le quería hacer y, así, poder consensuarlas.
4.3.- Valoración personal del período
El año 1936, durante la segunda República, tuvo lugar el golpe de Estado del General Franco. Eso desencadenó la Guerra Civil española.
Nos podemos preguntar: por qué ganaron las tropas franquistas en frente las republicanas… analicémoslo:
España, tras el golpe, queda dividida en dos partes: Castilla la Vieja, Navarra, la mayor parte de Aragón y de Andalucía bajo el bando franquista. Madrid y los litorales cantábrico y mediterráneo quedaran controlados por los republicanos.
Franco contaba con la mayoría del ejército de tierra y todo el de Marruecos español. Los republicanos contaban con la marina y con el ejército de aire.
A pesar de ser un conflicto nacional, también participaron otros países como Italia y Alemania, dando apoyo a los nacionales, y la URSS a los republicanos.
Desde un primer momento, las guardias de asalto, los carabineros y la guardia civil defendieron la república en frente los sublevados.
Teniendo en cuenta todos estos factores, parece que las fuerzas de los dos bandos estaban bastante equilibradas… incluso, puede parecernos, que los republicanos tenían una cierta ventaja... sin embargo quien ganó fue Franco, ¿por qué?
Creo que la respuesta no es fácil, podemos hacer miles de conjeturas... yo, personalmente, pienso que Franco (astuto y buen estratega) atacó la endeble república y la pésima situación político social que pasaba España en aquellos momentos. Supo imponer su poder por las armas… un poder, ampliamente respaldado por el armamento de los poderosos países fascistas europeos que se aliaron con él. Finalmente, el resultado de esa guerra, fue una dictadura militar que duró casi 40 años y que privó a todo un país de sus libertades más legítimas.
Videomapa del avance franquista durante la Guerra Civil
Pero, por otra parte, también creo que si hubiese perdido Franco, la posguerra tampoco no habría sido nada agradable... En primer lugar, si se hubiese reinstaurado la república, el país quizás hubiese continuado con la etapa de profunda crisis y caos que estaba antes de la contienda, pero aumentada por los desastres y represalias de la propia guerra… a parte, una España republicana nos hubiese obligado a entrar, de nuevo (y, solo, al cabo de seis años), a otro conflicto bélico: la Segunda Guerra Mundial. Otra posibilidad, en caso que el bando republicano hubiese ganado, es que, para frenar el caos social, las miserias de la postguerra y posibles nuevos alzamientos fascistas, se hubiese instaurado en España una dictadura (pero, en este caso, comunista)... En cualquier caso, esto nunca se podrá saber…
4.4.- Valoración del trabajo
Bien, ya a las postrimerías de este trabajo, creo que sería conveniente hacer una valoración global del mismo.
La Guerra Civil siempre ha sido un tema que me ha impresionado. Ver como tantas personas inocentes perdieron la vida por una causa que se hubiese podido solucionar por un camino de diálogo y responsabilidad política. Ver aquellas fotos, envejecidas por el tiempo, donde ves quien sabes tú… personas humildes y sencillas… instantáneas de tristeza, miseria y muerte...
También era para mí importante, dar voz a una persona que tanto admiro y quiero como es mi abuelo Paco y, por extensión, a su mujer: la yaya Lucía y a mis abuelos paternos: José y María (descansen en paz) que también sufrieron los horrores de aquella guerra.
Creo que ha estado una experiencia preciosa poder hablar con mi abuelo de un tema tan serio como este, un tema que ambos siempre habíamos obviado tratar… Es un lujo para todos poder contar con el testimonio vivo de una persona que convivió la nefasta experiencia de la Guerra Civil.
Por otra parte, también creo, que a él le ha hecho mucha ilusión ser el protagonista… a todos nos gusta que nos escuchen y más si, el que lo hace, es su querido nieto.
5.- Bibliografia
PARRILLA, José Antonio
Del onze de setembre fins ara
Vol. 3 de Breu Història de Catalunya
Ed. NONO ART, Barcelona, 1979, 1ª Edición
PEREZ NAVARRO, Francisco
Nosotros los catalanes
Ed. PLAN, Barcelona, 1978, 1ª Edición
VV.AA.
Enciclopedia Universal del Periódico
Ed. PRIMERA PLANA (Grupo Z), Barcelona, 1989, Edición especial
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Me gustaría terminar con unas palabras del escritor cántabro, Ricardo Fernández de la Reguera (1912-2000), extraídas de su libro: “Cuerpo a Tierra”:
“Vosotros, los que no estuvisteis allí, no sabéis lo que son esos hombrecitos feos, mal vestidos, sucios, piojosos; esos soldaditos de poca estatura y de gran corazón; esos inocentes arrastrados a defender una causa que casi todos ignoraban; esa “carne de cañón”. No; no sabéis cómo se puede amar a esos hombres incultos, malhablados, groseros, y también sufridos y valientes, con los que se han vivido años terribles, con los que se ha reído, y se lloró alguna vez, y se los fue dejando a tantísimos, tendidos para siempre sobre los campos de la patria.”